sábado, 9 de abril de 2016

Qué es Regalar el exilio.



Para que lo perdido se conserve como algo perdido.
Cees Nooteboom

Hay un faro en el puerto nuevo de Edimburgo que es uno de mis lugares favoritos del mundo. Tengo una obsesión por los faros: casi más que un lugar que me indique el camino, me parecen lugares a los que llegar. Una luz que seguir. Este libro habla de la búsqueda de este faro, en cierto modo. O de buscarlo y no encontrarlo. O de encontrarlo y saber que no era esa luz la que seguías, y que has de continuar.

Regalar el exilio es un viaje. O un regreso. O la certeza de que no se puede volver de un viaje. Una tarde en La Central, merendando con Martha Asunción Alonso, hablamos de ello: de cómo no se puede volver, aunque se vuelva. De que volver es como irse otra vez. No me refiero a la tan conocida sensación de tren—tú te mueves y los demás no, o viceversa—, sino algo distinto: tú te mueves, todo se mueve. Nada permanece. No importa que haya otro cielo, que hayamos vuelto al cielo azul neón de Madrid y dejado atrás un cielo gris o blanco nuclear, espeso e impenetrable salvo por la lluvia. Ningún cielo espera. Ningún exilio se regala: no se puede regalar el exilio.

Y cuando vuelves, la casa ha ardido. ¿Dónde está mi hogar? ¿Cuál es el momento de marcharse y cuál el de permanecer hasta que la ciudad arda? ¿Es rendirse marcharse? ¿Es no rendirse, también, saber cuándo uno se debe ir? (O dejarse ir). El exilio es el encuentro con un país extranjero, sí, pero también con una lengua ajena, con una persona ajena—aquello que nos convierte en quienes éramos y nunca fuimos, y también en lo que ya no seremos.

Regalar el exilio no es un souvenir, aunque quizás en algún momento lo fuera, ni un mapa, aunque intentara serlo (56º Norte), ni una ciudad, aunque esté devastada. Porque Regalar el exilio cumple la función que todos necesitamos de ritual funerario, es una elegía. Pero, como toda elegía, también tiene algo de renacimiento, de encuentro en esa quema. Regalar el exilio es una hoja de otoño que se desprende vuela con el viento que todo lo arrasa, y llega, llega muy lejos, hacia otras latitudes—o eso espero.

[Presentaré Regalar el exilio el 29 de abril en Aleatorio (C/Ruiz 7, Metro San Bernardo) y el 26 de mayo en la Librería Letras (Ávila). Más fechas pronto.]

Regalar el exilio puede conseguirse en la web de Harpo Libros,
en librerías a partir de la semana que viene (consulta la más cercana)
y desde el extranjero a través de la Central Librera de Ferrol.

1 comentario:

  1. Muchas felicidades, Emily, por el nuevo hijo-exilio-libro. Saludos desde La Habana.

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