Todo parecería ahora
llevarte a la extinción.
Abandonado
de la sola palabra que tal vez aún podría
levantarme hacia ti.
No estás.
No está
la tu sola palabra.
(c) José Ángel Valente, Fragmentos de un libro futuro.
Cinco miligramos de poesía en vena. No se puede vivir sin ilusión. Es inevitable. Supongo que siempre tiene que haber un balance entre esta y la realidad. Y, después, seguir adelante, recordando las cosas buenas, olvidando lo demás una vez que has aprendido la lección. Lamerse las heridas igual que un helado en una noche de verano.
Mi balanza se inclina siempre hacia lo realista. Aunque debo reconocer en mi contra que, a veces, recae en pesimismo.
ResponderEliminarPero a pesar de todo, todos soñamos, todos imaginamos. Sino, ¿qué sentido tendría todo? Creo que acabaríamos encontrando todo estúpido.
Estoy de acuerdo. ¿Quién puede vivir sin ilusión? Tan sólo las piedras.
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