jueves, 22 de julio de 2010

¿queman las luciérnagas si le tocan a uno con su luz?

Su cabello negro le caía en cascada sobre la clavícula izquierda y su modo de sacudir la cabeza para echarlo hacia atrás y el hoyuelo de su mejilla pálida pertenecían a ese tipo de revelaciones a las que acompaña el sentimiento inmediato de una verdad reconocida.


(c) Vladimir Nabokov, Ada o el ardor.

Ada y sus uñas mordidas, Ada y su pasión por los insectos y las flores, Ada y sus bucles negros, Ada y su pedantería, Ada y sus notas al margen. Ada y Van. Van y Ada. Los hijos de Aqua y Marina. El candor de la infancia. El ardor en estado puro. Un libro impresionante, complicado, retorcido. Digno de su autor.

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