miércoles, 9 de junio de 2010

románticos y estupideces.

Los deseos infantiles salvan todos los obstáculos que les pone el espíritu maduro y con frecuencia perduran más que él, hasta la última vejez.


(c) Milan Kundera, El libro de los amores ridículos.

No nos rompen el corazón. No son los demás, ni la lluvia, ni las canciones bonitas. Somos nosotros, nosotros y nuestros deseos infantiles y obstinados los que nos rompemos el corazón una y otra vez. Como decía David Trueba, un sentimental es el que espera algo que puede llegar a suceder. Un romántico espera contra toda probabilidad.

2 comentarios:

  1. me encanta la última frase. que grande david trueba :) , yo creo que soy de lo segundo :P. un beso enorme cielo. cuidate , mucho mucho ánimo y suerte para los exámenes y que sigas poniendo estas citas tan buenas y profundas, pero sobretodo sigue escribiendo ;).

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  2. Gracias guapísima. ¡Cuídate tú también! :)

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