miércoles, 3 de junio de 2015

No me gusta la leche.


no me gusta la leche
y eso no quiere decir que no sea buena
Letitia Ilea

Mis padres beben leche,
esa que durante el hambre

engorda y alimenta,
esa que me negué a tomar

durante los años enfermos.
No habría sabido llegar de ningún modo

cuando fallaban las fuerzas:
el miedo al blanco y a delirar,

a las piernas crecientes y al dolor menguante.
a que la ropa se nos quedara pequeña.

Aprender a dar las gracias
y tener que pasar la noche a cubierto.

Gracias por dejar que me quede.
Gracias por obligarme a marchar.

Gracias por no dejarme cargar más
que con la piel muda.

Gracias por curar la enfermedad.
Por hablar de volver sin lugar de vuelta.

Por enseñarme a beber como ni tú
ni yo sabíamos.

Gracias
por la leche.

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