Y su Madrid de invierno, y sus manos pequeñas, y sus habitaciones llenas de gente donde suceden muchas cosas aunque nadie diga nada y sus vagones de metro, y sus bancos de Ciudad Universitaria, y sus bares de madrileños, y sus centros comerciales pálidos de la periferia, y los personajes tan ingenuos y tibios a pesar de haber querido tanto,
y su cielo,
intacto,
intacto,
a pesar de que ya no llueve.
Madrid, siempre se ha de volver a Madrid.
ResponderEliminarÚltimamente he estado pensando mucho en Madrid. Me encantaría volver (: Aunque la lluvia ahora está en Valencia y después de tanto tiempo sin vernos, me da pena dejarla.
ResponderEliminarRoxy V.