viernes, 13 de enero de 2012

o la división aleatoria entre el tiempo y el espacio.

Je le savais, mais tant que les choses ne sont pas dites (ou écrites: en littérature, sans détours, ni allusions), elles n'existent pas. Après, elles n'en finnissent pas d'être.
(Annie Ernaux, Se perdre)

Escritura-muerte: Escritura-reclamo: Escritura-miedo: Escritura-cansancio: Escritura-deseo: Escritura: Muerte. Vas a morir, dice ella. Vas a morir, pienso. Y lo escribo. En el acto reflejo de la escritura perdida, de las manos vacías, del camino olvidado. Escribir un camino. O esto, que no se puede ahora ver. Que es el miedo y no el odio. Que es el miedo, cuando camino sola todas las tardes. Cuando no camino. Cuando sólo es estar en un lugar y en ningún otro; cuando sólo es transportarse (y el tiempo pasa), y Ya nunca vuelves. Cuando pienso que nunca más voy a volver a caminar. Caminar: es el miedo lo que me hace ponerme en marcha para que alguien diga vas a morir y yo vuelva a pensar y vuelva a escribir: como si fuese verdad. (Yo pensé que dormir era lo más parecido a estar muerta, y odié dormir.) Como si fuese verdad que necesito que alguien vuelva a cogerme de la mano porque me voy a morir, y esa persona también se va a morir, y todo lo que va a morir parece entonces necesario. Y sin embargo, no lo es. No lo es, y, por eso, lo escribo.

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