como quien abandona el mundo.
(Luna Miguel)
Aquí, donde mi pasado ha muerto. Donde renace el rostro de la amada nuevo, cincelado al viento. Donde todas las virtudes y carencias que me dieron se han perdido. Y nadie sabe. Sólo ven. Ciento cincuenta y nueve centímetros. Ojos negros. Cabello largo. Donde amo a los extraños que cruzan cada esquina. Donde nadie puede decir tú y creer que lo saben. Donde mi nombre no tiene boca, tan sólo un vaho callado que cala mi garganta. Donde yo digo yo, e invento (porque dicen que si te crees tus propias mentiras, al final se convierten en verdad). La ciudad era mi amante. Mi primer amante, cruel y vulnerable que jugaba a despedirse en las estaciones de tren. Adiós, hasta la vista, nos veremos pronto (¿o no?). Y mientras, nos somos infieles en los fines de semana.
Maldito Madriz.
ResponderEliminarPor cierto, te perdiste la visita de Jake Fournier, he's so nice.
Maldita vida en las provincias y Madriz que muerde y engancha.
ResponderEliminarQué pena :(, hubiera estado guay conocerle. But. Otra vez será, I guess!
aaaaaaaay, qé bonito. Esto sí es muy bonito.
ResponderEliminarmuchas gracias, iveth! <3
ResponderEliminarPreciso. La ciudad posee otro cuerpo con el cual adulteramos.
ResponderEliminarBesos...
¿cuerpo mutante o materia difusa?
ResponderEliminarqué importa,
nuestras venas son dulces.
besos!