Evidentemente, es tan sólo un forastero, alguien que va de paso y lo único sensato que podemos ofrecerle es un poco de amabilidad. Techo y bebida caliente.
Fluye rozando nuestra orilla, e incluso a veces nada en círculos a contramarea; pero, como es transparente, no cruzamos a su encuentro, no le vemos; yo sí le pediría algo: que no fuera transparente.
Evidentemente, es tan sólo un forastero, alguien que va de paso y lo único sensato que podemos ofrecerle es un poco de amabilidad. Techo y bebida caliente.
ResponderEliminarSolo nos queda cuidarlo bien, para que tarde en irse, para que vuelva si se va.
ResponderEliminar(y para el bajo cero,
mantas de lana)
Fluye rozando nuestra orilla, e incluso a veces nada en círculos a contramarea; pero, como es transparente, no cruzamos a su encuentro, no le vemos; yo sí le pediría algo: que no fuera transparente.
ResponderEliminarQué bonito... Tanto el texto como la fotografía. Qué frío...
ResponderEliminarMuy hermoso.
ResponderEliminarCorazones rojos.
ResponderEliminarOjos en blanco.
Fluidos consumados.
Tan fabulosa como siempre.
Muás.
merci beaucoup
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