lunes, 10 de octubre de 2011

traducciones, números.



estadísticas de libro

De media, nacen 5 personas cada segundo y mueren 1,78
Así que vamos ganando por 3.22, lo cual es bueno, creo.
De media, cada persona pasará dos semanas de su vida esperando a que un semáforo en rojo se ponga verde.
Las púberes esperan entre dos y cuatro años a que los bultos tiernos bajo sus pezones crezcan.
Así, el adulto medio tiene unos 1.460 sueños al año y se ríe 15 veces al día. Los niños, 385 veces más.
De media, un adulto hace el amor 2.580 veces con cinco personas diferentes, pero se enamora dos veces, puede
que de la misma persona. Si cada uno vivimos setenta y nueve largos años y despertamos al amor sobre los veinte, tenemos más o menos
treinta años para cada uno de nuestros dos amantes. Y si en la vida se caminan 21.951 kilómetros,
¿Adónde vas, viajero? es una cuestión filosófica válida de ser planteada a un hombre, junto con
¿Por qué la sangre de tus venas viaja sin parar? para tener en cuenta a todas esas células rojas fluyendo día y noche
en el tráfico de los vasos sanguíneos, que si se extendieran en línea recta medirían 145.000 kilómetros
El Nilo en Egipto mide 1.450 kilómetros. La circunferencia del ecuador mide 40.077 kilómetros.
Si dividimos la Tierra entre todos, tenemos treinta metros cuadrados de espacio habitable para cada uno,
pero nuestros cerebros sólo ocupan treinta centímetros cuadrados, junto con los 29 huesos de la cabeza, así que si miras por tu ventana sólo con tu mente, ¿cómo es que oyes el zumbido de una mosca?
Si escuchas al gato en la alfombra junto a la chimenea con los 32 músculos de tu oreja, oirás
100 sonidos vocales diferentes. Escucha a tu perro pidiéndote mimos: 10 sonidos diferentes.
Si crees que la soledad no se puede calcular, piensa en un topo cavando un túnel
de ciento cincuenta y ocho kilómetros hasta China en una sola noche. Si crees que la belleza ha huido
de tu árbol genealógico, piensa en las babosas y en sus cuatro narices, o en el camaleón cuando cambia de color
bajo una luz arbitraria. Piensa en el punto más profundo del océano, en la Trinchera de las Marianas en el Pacífico,
¿crees que la tristeza de alguien puede ser más profunda? En 1681, el último dodo murió. En el siglo 16,
Elizabeth I tenía miedo a las rosas. Ana Bolena tenía seis dedos. La gente se enamora
dos veces. El corazón humano late 3 billones de veces (sólo) en una vida. Si intentas contar todas las estrellas de la galaxia, una
por segundo, te llevará tres mil años, si tiene suerte. Como los búhos son los únicos pájaros que pueden ver el color azul,
el océano es azul, junto con el cielo y los ojos de ese chico que murió solo en ese riachuelo sin nombre
en tus sueños una noche azul en la guerra de una de tus vidas. (¿Te acuerdas de cuál?)
Duración de la primera Guerra Mundial: cuatro años, 3 meses, 14 días. Duración de una puesta de sol ecuatorial: 128 segundos, máximo 142.
El impulso de una neurona dura una millonésima de segundo, un trabajador desde Prospect Expressway
al Puente e Brooklyn tarda unos 90 minutos, 45 si no hay tráfico.
Lo que tarda una flor en marchitarse cuando se la ha cortado de la raíz: cinco días. El tiempo que falta para que el sol se quede sin luz: cinco millones de años.
Así el número de habitantes felices bajo el brillo rojo del sol es del 50%, 50% en los días buenos, máximo.
Número de personas tristes: quizás el 70% en los días buenos; especialmente en los Días Mundiales contra el Hambre (La primera emoción es más intensa, creo,
cuando se junta con la segunda.) Así los niños crecen más rápido en verano; sus cuerpos azules y brillantes en expansión. El océano, después de todo, es azul,
y es por lo que el cielo ahí fuera es azul y se expande con el blanco de algo bello, como las nubes.
Un hecho: El mundo es un lugar bello (de vez en cuando). Otro hecho: Nos enamoramos dos veces. Quizá más, si tenemos suerte.

(Autor: Arkaye Keirulf, poeta filipino contemporáneo.)
(Traduce del inglés: Emily Roberts.)

9 comentarios:

  1. Buscaré más información sobre este autor. Me ha gustado.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Yo no he encontrado casi nada, salvo algunos poemas y alguna mención de un concurso. Es una pena. Es tan bueno.

    ResponderEliminar
  3. Me ha recordado "contribución a la estadística" de Szymborska. Es buenísimo. aquí llega tan poco.

    ResponderEliminar
  4. no sé por qué se me quedó la frase de que los niños crecen más rápido en verano... precioso, muchas gracias Emily ;)

    ResponderEliminar
  5. Oui, certains moments sont parfois magiques.

    L'autre jour, alors que je sortais du bâtiment de géologie, en marchant vers le centre de la cour je fus soudain ébloui par le soleil qui inondait la petite place, comme au premier jour de l'humanité. Les couleurs vibraient, foisonnantes, lumineuses, conférant a la scène une allure surnaturelle impressionniste. L'air était rempli d'espoir, de promesses. Nulle distraction vulgaire ne semblait pouvoir briser la grâce de ce moment. Je me sentais vidé, épuisé. La joie d'être sorti vivant de ce cours théorique me submergea. Je connus alors quelques instants de pur bonheur, ou plus rien ne comptait plus que l'éblouissement apaisant.

    Además, agradable nota, incluso si tendré que usar un traductor :)
    G.B.

    ResponderEliminar
  6. Da bastante que pensar.

    ¿Somos más que números? Yo tengo una respuesta a esa pregunta.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Siempre he sido hombre de letras, las estadísticas me superan (menos la décima que no llega del Madrid) :), pero he de reconocer que está expuesto de una forma tan original y arremolinada que entra muy bien, me ha gustado mucho.

    Lo único malo es que lo de "que los seres humanos nos enamoramos dos veces en la vida" no va mucho con los piscis que, de media, nos enamoramos 7 al día. :)

    ResponderEliminar
  8. Merci à tous. Puede que vuelva a subir algo de él, próximamente :).

    ResponderEliminar