Aquella vez que te llevé a casa y te dije ¿Estás bien? No era sólo querer hacer poesía, ni un intento de parecer que me interesaba por ti. También era una forma de intentar alargar el sacrificio que suponía separarnos.
Las despedidas son todas malas, por lo que termina. Es preferible decir adiós sin abrir la boca, marchar sin ser mirado a los ojos que sangran recuerdos en forma de lágrimas... Nunca se está bien, y más vale un vacío que más malos ratos en la lista del olvido de la memoria.
Pero cuántas veces no habremos escrito el poema antes de escribirlo.
ResponderEliminarLas despedidas son todas malas, por lo que termina.
ResponderEliminarEs preferible decir adiós sin abrir la boca, marchar sin ser mirado a los ojos que sangran recuerdos en forma de lágrimas...
Nunca se está bien, y más vale un vacío que más malos ratos en la lista del olvido de la memoria.
M.
eso es verdad, elisabeth
ResponderEliminargracias