Es Junio, el mes de volver
a casa.
(Marguerite Duras, Emily
L.)
A mis Filólogas, que han
compartido conmigo estos cuatro maravillosos años, Erasmus incluido. Que acompañaron mi amor por esta ciudad. Y por las que quedan.
Cuando
salí al mar, yo era una extraña marinera que no quería echar el ancla. Un salmón chiquitito que tenía miedo de la corriente. Que no
veía diferencia entre zarpar y navegar. Entre sirena y animal. Que navegaba cerca de la tierra sin
pisarla nunca. Pero encontré las siguientes tierras. O quizás aguas. O quizás
ríos. Océanos. Corrientes. Lugares con nombres de mujer:
Ana
Ana
es como Ana de las Tejas Verdes, o como Pollyana, o como Pipi Calzaslargas. Ana
es la primera amiga pelirroja que he tenido después de haber querido ser
pelirroja toda mi vida. Ana es ese árbol al que te subías en tu infancia y que,
cuando vuelves a verlo y te vuelves a subir en él, sigue allí pero es distinto.
Y tú eres distinta, pero el árbol y tú encajáis a la perfección, y allí desde
sus ramas se extiende lo vivido y lo que aún no podéis ver, y el sol se pone en la quietud de sus
hojas rojas meciéndose al viento.
Guadalupe
Guadalupe
tiene nombre de estrella de cine, de rock, de estrella del cielo. Guadalupe
tiene nombre de isla, como sus ojos mojados son del color de una isla perdida
en el Pacífico, siempre dispuesta a recogerte. No se sabe bien si es verde o si
es azul. Guadalupe es un lugar de México al que iría si quisiera pasármelo bien
o si quisiera encontrar el amor, el cariño y una borrachera suave con zumos
tropicales que me meciesen como la brisa, como una hamaca. Siempre querré un
billete a Guadalupe, cambie o no de sitio, porque está en mi mapa.
Marta
Marta
no tiene un marcapasos, porque nadie sería capaz de seguir el ritmo de sus
corazón, el ritmo-gacela de sus latidos de chica fuerte, de sus pasos de Reina
de África (la misma que estudiamos tres cursos seguidos y que mató a Kurtz y
enamoró a Marlow, ¿o fue al revés?), de mujer-pantera. Marta tiene un corazón
grande y fuerte que crece solo, y crece, y sigue creciendo hasta ocupar toda la
habitación. Marta es como su pelo: llega a todas partes, colándose por pasillos
y laberintos. Marta es un animal salvaje por el que uno se dejaría domesticar.
Patricia
Patricia
tiene nombre de mujer valiente de los tiempos romanos; Patricia es una mujer
valiente que vive nada menos que en Londres y que podría ser un personaje de
cualquier novela de Zadie Smith. Una mujer fuerte y valiente que alimentaría a
todo un ejército de niños callejeros con tortilla española. Patricia es exceso
de formas, de belleza, de llegar siempre tarde, de las comidas que improvisa,
de la amistad que regala. Si Patricia fuera un fenómeno atmosférico, sería una
lluvia tropical con voz y rostro de amazona brasileña.
Ahora
huelo a mar, huelo a aire, y no me importa mancharme las manos de sangre o de
vómito si eso es pasar por sus vidas, estar en sus vidas, dormir –o no– en
todas las noches compartidas. Porque cuando el agua es oscura, sabe a vodka negro. Enseña los dientes. Enseña lo que está por descubrir.
Emily tu siempre serás nuestro pajarillo que vuela lejos, pero siempre sabe dónde está su hogar. We love you. Mil gracias por todo, y por lo que aún nos queda por vivir. Filólogas <3
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