domingo, 2 de septiembre de 2012

Esperaba a los bárbaros.


¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
(Constantino Kavafis)

No me importa la rodilla que sangra: 
dibuja un mapa 
hacia la ciudad perdida.
Vine aquí esperar a los bárbaros.

No nos importa el verano en cenizas: 
si hubo incendio, 
hubo fuego; 
pasó. Pasaron. 

Tras huir de la sala del Guernica 
él lo devoraba todo, 
a su paso devoraba todo -sí, sí–, 

y yo estaba allí
en el momento indicado:
siempre corriendo,
siempre muriendo.

Esperaba a los bárbaros:
que lo que tenga que caer, caiga ya,
y lo que sobreviva al ejército nos guíe
hasta la próxima batalla

cuando vuelvan los bárbaros.

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