(Brighton Pier, 5 p.m.)He soñado que los pájaros eran sirenas en el muelle de Brighton que desaparecían al anochecer sumergidas en luces de colores. De eso hablábamos. Cuando llegué a casa no había nadie esperando. Quien dijo que la luz no bastaba nunca vivió en el norte. A veces, la luz es lo único suficiente: la luz no espera a nadie. Tú dijiste hace frío. Y dormimos sobre la nieve en lugar de ver.