jueves, 29 de diciembre de 2011

síndrome de Estocolmo.


(Fotografía de Chelsee Ivan)

el primer desamor, no lo sé, la huida.
(Natalia Litvinova)


Mi madre me regaló una jaula para que aprendiera a escapar: no por dónde, sino cómo. La jaula era de cera. Yo creía que las almas no soportaban el calor.

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