Recoge botones de vidrio del fondo del mar.
Las branquias de la mente palpitan en el agua insondable.
Descubre en el diccionario infinito
granos de arena dorados. Cada uno tiene su gemelo
en alguna orilla al otro lado del mundo.
(Denise Levertov, traducción del inglés de Sandra Toro)
Cafetería de la facultad: terraza. El té se enfría. No hay brisa. Qué sol. Se nos acaba la primavera. Una ciudad en miniatura, llena de bellos lugareños que recitan con sus voces diminutas enormes palabras. Siempre se me olvida coser los botones. Siempre los pierdo. Recojo las palabras que se meten en casa y piden que las adoptemos. El cuerpo es un vértice, una caricia, un destierro, un habitante.
Ya sabes... <3 <3 <3
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
¿Crees que alguien encontrará los botones que pierdes?
ResponderEliminarpd: risa para tu
tarde de viernes.
Un cuerpo sin botones,
ResponderEliminarsin nada que esconder,
para qué coserlos,
mejor el cuerpo desnudo,
frente a la vida,
al mundo, a ti.
Los sobres de los azucarillos de la cafetería de mi antigua facultad traen citas de famosos relacionadas con el café.
ResponderEliminarPor ejemplo:
"Se cambia más fácilmente de religión que de café"
Georges Courteline
EL mejor momento es cuando todo, como los botones, pende sólo de un hilo.
ResponderEliminarNo sé,
ResponderEliminarpuede ser.
Todo pende de un hilo
y sí,
es lo mejor
:).
yo también los pierdo
ResponderEliminara veces se me caen y los cojo al vuelo y los guardo en sitios misteriosos a los que nunca sé volver
un habitante, sí
besos
quizás no estén hechos para volver a ellos
ResponderEliminaruna vez se han perdido
besos
algunaspalabrastambiénsedescosenbes o
ResponderEliminarbeso,,
,
(:***)
ResponderEliminarLo que escribes, inventado o no, es honesto; eso y la forma de expresión hace que tus textos sean sutilmente duros de leer, me gusta.
ResponderEliminarGracias :)
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