(Marc Chagall)
Vuelvo a casa. Creo que vuelvo a casa y hace calor en la tundra. Creo que hace calor en la tundra. Las calles me son familiares, pero no completamente conocidas. Después de tanto tiempo. Tropiezo con mercadillos y libros, me regalan meriendas y libros, pero no hay recuerdos viejos. Y sin recuerdos no puedo escribir. No puedo escribir. Ni siquiera un telegrama. Hablemos de los viejos tiempos. Inventémonos los viejos tiempos. Coleccionar idiomas para no saber nunca qué decir. No querer nunca decir. Salomé baila, besa y después muere, como un cisne. Un cisne o un viajante que se ha perdido mucho tiempo. O que se encontró y quizás, precisamente por eso, ya no es capaz de reconocer ningún lugar. Cuánto pesan las maletas. Todo es prescindible. Ya nunca estaremos a salvo. Creo que está bien.
Y sin recuerdos no puedo escribir. No puedo escribir.
ResponderEliminarLas maletas pesan porque están llenas de lo que nunca nos atrevimos a hacer.
ResponderEliminarBesos, linda.
todo
ResponderEliminares
prescindible
es perfecto.
beso E.
El viaje es el aprendizaje del desapego. El que viaja sabe que todo es prescindible. Incluso el peso de los recuerdos; las maletas se deshacen. No son los recuerdos los que permiten la escritura sino el viaje, que es desposesión, invento.
ResponderEliminarSaludos
buenos días*
ResponderEliminaraprender
ResponderEliminara des-armarse
merci
:*