martes, 22 de julio de 2014

Recomendaciones antes del (o para el) fin del verano.


No suelo hacer esta clase de listas, pero este verano he recibido muchas peticiones de recomendaciones y he decidido poner aquí lo que más me ha gustado leer en estos últimos meses (y años).

Mis favoritos de siempre

Susana y los viejos de Marta Sanz: Una de las novelas de la autora que más he disfrutado, por divertida, por variada e irreverente. Un futuro clásico de la literatura española que leí en Edimburgo, añorando mi lengua materna, y a la que volví de cabeza gracias a él.


Cuentos Completos de Lydia Davis: Lydia Davis sorprende por la maestría de su lenguaje, por lo doloroso de su anécdota, por la brevedad de su espada. Seria, inteligente, a caballo entre el ensayo, el relato y el poema: una maestra. También disfruté muchísimo su novela The End of the Story, que pronto se traducirá en España, por suerte. Una autora que cuestiona por qué contamos lo que contamos, y, sobre todo, cómo lo contamos.


Cuentos Completos de Amy Hempel: Quizás este sea el libro que más ha cambiado mi forma de pensar respecto a la escritura y a la vida. Siempre que siento que algo me falta, releo algún cuento. Amy Hempel es la maestra de la falta. Mi libro de cabecera, el que recomendaría mil veces, sobre el que escribí mi tesina de grado por pura devoción y con la esperanza de darla a conocer a alguien más. Una reflexión en torno al dolor y en torno a la vida y a los huecos que a la luz no se ven.

Al faro de Virginia Woolf: Por este libro estudié Filología Inglesa. Por este libro he perseguido faros de ciudad en ciudad, de país en país. Tres años después leí Las Olas (mi segundo favorito), pero, aunque indudablemente más sorprendente en la técnica, no pudo conmoverme tanto como los desencuentros de la familia Ramsay en esa pequeñísima isla de Skye (en la foto). No os perdáis ninguna de las dos.

La pasión según G.H. de Clarice Lispector: Mi libro favorito de Lispector, con un argumento tan básico y clave como la vida misma: la de tomar una decisión crucial, asustados y paralizados, hasta darnos cuenta de que decidir algo o no es más banal que la mera visión del monstruo. Una prosa maravillosa.

La hermana de Katia de Andrés Barba: Así fue como descubrí a Andrés Barba, con este libro valiente, insólito, bello. Acababa de volver de Holanda y vi que una directora holandés había hecho una película cambiando Madrid por Ámsterdam, y que encajaba a la perfección. Ambas ciudades me habían robado el corazón, como el libro de Barba.

El ruido y la furia de William Faulkner: Probablemente, mi libro favorito de toda la carrera. Porque fue el más difícil. Porque fue el que más me costó entender, pero el que más amé después de haberlo trabajado tanto. Hoy se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Novedades 2013/4

Amour Fou de Marta Sanz: un libro diferente, tenaz y valiente de una de mis autoras contemporáneas favoritas. Me sorprendió por su delgadez y por la diferencia entre las voces, que al final alcanzan un punto de encuentro: la locura, el amor, la locura por amor y cómo el mundo a nuestro alrededor nos influye inevitablemente. Lo recomiendo muchísimo.

Alambres de Lola Nieto: diferente, herido; se mete entre las uñas como una aguja invisible hasta clavarse en la piel: esa sería la mejor manera de describir este poemario de Lola Nieto. Saber que te duele. No dónde.

Mis padres: Romeo y Julieta de Pablo Fidalgo: un viaje por Galicia y por los mapas de los corazones de España y de los niños que buscan un árbol genealógico en la historia para explicar los por qués de sus acciones. Muy bello.

La trabajadora de Elvira Navarro: una novela tan necesaria como refrescante y sorprendente en el momento en que vivimos. La primera parte es crucial para entender a la segunda, pero la segunda es delicada, introvertida hasta tal punto que golpea al lector aún más fuerte que la primera. Ha habido muchísimas reseñas sobre ella, pero lo mejor es tener la experiencia de leerlo por primera vez uno mismo... y después volver a empezar.


Ensayos

Cualquiera de estos cuatro ensayos (o los cuatro) me han ayudado en la escritura y los recomendaría a cualquier aspirante a escritor o amante de la buena prosa y una reflexión limpia, atrevida y delicada. Los cuatro giran en torno al tema de la creación y su necesidad (o no), y, en mi opinión, los cuatro forman parte indispensable de cualquier biblioteca.

La baba de caracol de Chantal Maillard

Caminar en un mundo de espejos de Andrés Barba

No tan incendiario de Marta Sanz

Ahora, escribo de Lolita Bosch

Libros que tengo ganas de leer

India de Chantal Maillard.

Bark de Lorrie Moore.

Can't and Won't de Lydia Davis.

I Am China de Xiaolu Guo: en agosto voy a verla a la Feria del Libro de Edimburgo. Hace unas semanas escuché por primera vez su voz en una entrevista de la revista Granta y me encantó cómo ponderaba las respuestas y contestaba cauta pero certera, aún con un fuerte acento chino en su voz.

La débil mental de Ariana Harwicz: Matate, amor me impactó muchísimo el año pasado. Después de haber estado más cerca que nunca del campo este año, me interesa la desgarradora visión de esta autora.

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