jueves, 7 de julio de 2011

le ciel qui brûle.



El cielo se quema. El cielo quema y se quema, pero es el mismo en todas partes. La piel quemada, tal vez no sea la misma. Todas las ciudades son iguales (tiendas, comida, idiomas, impulsos: todos iguales o variantes del mismo modelo), los que cambiamos somos nosotros. Amamos a las personas que hacen que nos gustemos cuando están con nosotros. Eso es lo que importa; el resto es falso, o da tanto miedo.


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