(Fotografía de Mercedes F. Laguna.)
Yo quiero servirte
Al igual que otros,
Con la boca sedienta
Hechizarte de celos.
La palabra no me apacigua
Los labios resecos
Y sin ti otra vez
El aire vacío es espeso.
Ya no siento celos
Pero te deseo
Y yo mismo me cargo
Como un verdugo a su víctima.
No te nombraré
Ni el amor, ni el gozo,
Me cambiaron la sangre
Por una más salvaje y ajena.
(Osip Mandelstam)
Volver a la ciudad de la otra vida. Vida ficticia o más real. Percepción o espejismo. Cometer las últimas locuras de la última adolescencia. Me regalan poetas suicidas. Me regalan cantos, y ceniza. Dicen: te gustan las poetas muertas. Dicen: te gustan las poetas suicidas. Pero las poetas hoy no se suicidan. Las poetas de hoy comen roscón de Reyes y van a conciertos y restaurantes y beben en bares de Malasaña y salen a correr. Quizás nos quede el pelo largo y el maquillaje en los ojos y los labios tibios. Pero aunque muera mi adolescencia, yo quiero seguir viviendo. Quiero hacerme vieja y escribir y amar y sufrir y desgastarme, hasta que los huesos lo aguanten. Vivir y morir mil vidas distintas. La vida de Madriz. El abismo. Agujero negro. El último canto de mi adolescencia muerta.
Me encantas, punto. Referente a tu adolescencia, la mia también se me está escapando de las manos, pero siempre tendré en mente una frase (y canción, indeed): FOREVER YOUNG~
ResponderEliminarforever young!!
ResponderEliminar(a mí también me encantas, D.~~)
Hay más suicidas vivas que muertas.
ResponderEliminarLa poesía necesita de tánatos para se eros.
Toda una vida.
por supuesto por supuesto por supuesto!
ResponderEliminarbesos!!!!!!
Efectivamente, Elena.
ResponderEliminarGracias!
Besos.
Guau, te felicito, me ha encantado tu blog. Nos veremos más veces por aquí, seguro. Te sigo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias, Horacio.
ResponderEliminarSaludo!
Muere tu adolescencia, pero nace tu vida. Bienvenida.
ResponderEliminarGracias! :)
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