lunes, 18 de julio de 2016

Lo que aprendí en Cadaqués.


Que soy mar y el mar ha venido para estar aquí conmigo. Que soy tierra y soy roca y soy viento que erosiona y estoy aquí para dejarme erosionar. Que el mar moja y escuece y cura, y el cielo espera, este cielo limpio tras la Tramontana. El cielo espera aunque a veces no sepamos dónde. No confiaba en la habilidad del mundo para agarrarme entre sus brazos, aunque era yo la que creía que me aferraba.

viernes, 8 de julio de 2016

Ensenada.


Yo quería ser tu amante inglesa, pero no era tu amante, ni era inglesa. Para empezar, me esforcé en el perfeccionamiento de la lengua. Modifiqué el color de mi voz. Lo teñí de rubio. La amante podía esperar. Luego dije: amado. Lo de amante también puede esperar.

Una educación sentimental: sobre Shakespeare.

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Publicado en la revista L y más, nº 43.