El
próximo 26 de abril se celebrará en Ávila el I Encuentro de novelistas. El
encuentro está organizado por los tres escritores abulenses César Díaz Serrano,
Cristóbal Medina y Alfredo Rodríguez y tendrá lugar en el Episcopio. Durante
toda la jornada se discutirá la situación de la literatura en Ávila y las
estrategias que pueden llevarse a cabo para fomentar la literatura en los
ámbitos públicos. Habrá dos mesas redondas tituladas “La novela en Ávila. El camino
de los nuevos escritores” y “Los medios de comunicación y la novela”. También
se podrá disfrutar de coloquios con escritores locales, como Noemí Valiente o Rubén Negro, e invitados de otras
partes de España, así como de compañeros de oficio ya sean editores, gestores
culturales, libreros o blogueros. La
entrada es gratuita y el programa completo estará disponible pronto.
Me hace mucha ilusión que se lleven a cabo este tipo de actividades en la ciudad. Sus organizadores me invitaron a participar, pero lamentablemente no estaré en España en esas fechas, por lo que me ofrecí a apoyarles desde la distancia. Aquí os traigo unas breves palabras que intercambié con ellos y algo de información sobre sus trayectorias literarias. Pronto más.
Cristóbal Medina Montero (Aranda de Duero, 1960), ha vivido en
Ávila la mayor parte de su vida. Licenciado en Historia y apasionado por la
narrativa, trabaja como administrativo, habiendo ejercido de profesor de
Enseñanza Secundaria. Publicó su primera novela, titulada El Inmaterial, en 2008; relato de intriga y misterio, que lleva al
lector a cuestionarse los interrogantes sobre la existencia en la vida
material. Con Lo demás es cosa vana
aborda el género de la novela histórica, posibilitando que el lector se deje
llevar, en sus diferentes niveles de lectura, a través de la aventura, la
intriga amorosa y las decisiones morales, en un viaje hacia lo desconocido,
tanto geográfica como culturalmente. (http://www.cristobalmedina.es)
Alfredo
Rodríguez Blázquez, abulense de 54 años, autor de Intentando ser feliz… a ratos (2013),
presenta el próximo 15 de Abril en el Auditorio de San Francisco su segundo
libro. Una novela ambientada en la posguerra española donde nos narra la
historia de hombres y mujeres que han de luchar por buscar su espacio en el
nuevo régimen implantado por los vencedores de la guerra civil. Es articulista habitual de medios
escritos en la sección de los lectores opinan, y pronto tendrá una columna de
opinión en la sección Miradas, del periódico digital abulense Avilared.
Diplomado en la especialidad de
Ciencias Humanas, casi toda su carrera profesional la ha realizado en Ávila.
César
Díez Serrano, nacido en Valencia hace 28 años, aunque se considera abulense, ya que ha
pasado toda su vida entre murallas. Es Ingeniero Informático, y comenzó a
escribir ante la imposibilidad de encontrar trabajo. Debutó en 2012 con La edad de Acuario, que tuvo gran
acogida de crítica y público. A finales de 2013 lanzó su segunda parte La edad de Acuario II: El misterio de Ana
Bolena. Ambas son novelas de investigación y aventuras, que tienen como
principal objetivo trasladar al lector a los escenarios donde transcurren. Sus
trabajos han sido presentados a lo largo del panorama nacional, e incluso en
Londres el pasado Diciembre, gracias a la colaboración de la Brompton Library
del barrio de Kensington & Chelsea. Cree
en una literatura fresca, accesible para todos, que entretenga, pero también transmita. (http://www.laedaddeacuario.com)
¿Cómo surgió esta idea
de crear el Encuentro?
Cristóbal:
La idea surgió de César Díez, que ha participado en algo similar organizado por
la editorial para la que publica, Éride, en Valladolid. Nos lo propuso a
Alfredo y a mí, y enseguida nos entusiasmamos con ello. Juntos hemos hecho
partícipes a otros escritores, librerías, periodistas, editoriales y críticos,
encontrando siempre una respuesta muy positiva.
Alfredo:
Nace de una idea de César Díez, que tuvo una experiencia similar en Valladolid.
César:
Tras participar en el encuentro nacional de escritores de Valladolid promovido
por Éride Ediciones, me pregunté porque no podríamos organizar algo igual en
Ávila. Necesitamos despertar la
novela en Ávila y no basta con ser meros espectadores, aplaudiendo o criticando
lo que se hace o no se hace;
tenemos que convertirnos en parte activa. Lo hablamos entre los tres y a todos nos encantó la
idea. Nos pusimos manos a la obra y aquí estamos.
¿Qué objetivos se
pretenden cumplir?
Cristóbal:
Se trata de un encuentro de novelistas y, en esencia, pretendemos tomar
contacto entre nosotros para compartir experiencias. Somos gentes inquietas que
hemos decidido tomarnos en serio la narrativa e intentamos abrirnos hueco en el
difícil mundo de la publicación de nuestras obras. Pero sabemos que un novelista
no es un “ente” aislado; necesita de otros sectores sociales, entre los que
están los periodistas, las editoriales, las librerías, los críticos y, sobre
todo, el público, lector potencial, al que pretendemos darnos a conocer y
romper el techo de cristal que nos separa.
Alfredo:
El más importante de todos es dar a conocer al público abulense que hay
escritores locales que también tienen algo que decir en este difícil mundo de
las letras, sin olvidar que es una manera de intentar acercar al lector y al
autor, algo que siempre redundará en beneficio de la literatura.
César:
Principalmente queremos aunar fuerzas e implicar a todas las partes que
conforman el mundo novelístico en Ávila. Me ha sorprendido mucho que
individualmente todo el mundo tenga las mismas “quejas” y las mismas
“ganas”, pero al final hagan la guerra por su cuenta o simplemente, se queden dormidos.
Por eso hemos decidido contar con representantes de los medios, editoriales,
blogs literarios, libreros, políticos y por supuesto escritores, para intentar
remar todos en la misma dirección desde diferentes ángulos.
¿Por qué habéis
escogido el género de la novela?
Cristóbal:
Hacemos un encuentro de novelistas porque es el género en el que estamos
publicando los tres organizadores nuestras primeras obras y consideramos que
los otros géneros son lo suficientemente diferentes como para hacer una
convocatoria tan sectorial. En mi caso también escribo relatos y poesía, aunque
lo que más me gusta es la novela, ya que me da la oportunidad de crear mundos
imaginados, con cuya complejidad puedo jugar para transmitir mis pensamientos
sobre la vida en general. Además, es lo que más me divierte a la hora de
escribir, ya que disfruto según van tomando cuerpo las tramas que he imaginado
con anterioridad, comprobando cómo va creciendo poco a poco el relato, como si
de un hijo se tratara.
Alfredo:
Intuyo que si el encuentro hablase de escritores sin más, todo podría ser mucho
más complejo.
César:
Es el género en el que nos movemos, pero, además, entendemos que es el más
atractivo para el “lector potencial”, ese que no lee habitualmente. En la
última década, los principales éxitos en cine o series nacen de novelas
(El Señor de los anillos, Harry Potter, Los juegos del hambre, Los pilares de
la tierra...) y creemos que realmente se puede hacer partícipe a muchas más
personas de este modo.
Desde mi experiencia
propia cuando estudiaba en Ávila hace algunos años, la literatura era
despreciada por la mayoría jóvenes hasta el punto de que era mejor que hicieras
cualquier otra cosa que leer o escribir. No sucedía lo mismo con otras artes
(pintura, música) o deportes. ¿A qué creéis que se debe este rechazo? ¿Cómo
creéis que se podría acercar la literatura a los jóvenes, o, al menos, crear un
espacio para los que ya disfrutan de ella?
Cristóbal:
Debe ser algo generacional, porque en mi época, casi prehistórica, la
literatura era algo muy importante. Nos hacían leer a los clásicos y yo los
admiraba. Puedo entender que en tu generación, con la predominancia de los
medios audiovisuales, la televisión, videojuegos o las redes sociales de
Internet, la forma de ver el entretenimiento ha cambiado. Los deportes os
interesan porque es una forma de descansar de actividades más sedentarias. La
lectura, por otro lado, requiere un periodo de aprendizaje que hace trabajoso
“entrar” en un libro para entender la historia. Comprendo que tener al alcance
de la mano una alternativa más fácil y cómoda genera un hándicap para la
lectura. La única solución es procurar que los jóvenes tengan un aprendizaje
gratificante, no forzándoles a lecturas difíciles, sino orientándoles a aquello
con lo que obtengan más satisfacción. Ellos mismos se darán cuenta, cuando su
lectura sea fluida, de que tienen un universo de temas para divertirse y crecer
espiritualmente.
Alfredo:
Es difícil contestar con concreción a esta pregunta. La literatura es algo que
debe mamarse en la escuela, acercarse a ella tiene mucho que ver con las
enseñanzas escolares, y a partir de ahí se habrá logrado un interés real por
parte de los jóvenes. Leer, si te enseñan, es descubrir un mundo nuevo y
abrirte al conocimiento
César:
Pienso sinceramente que el sistema educativo actual hace que la escritura y la
literatura se conviertan en una obligación y ahí nace el problema. Igual
que muy poca gente pasa el tiempo haciendo logaritmos o leyendo biología, se ha
metido la literatura en este saco. La gente tiene que leer, sí, pero tiene que
leer lo que le apetezca y lo que le haga sentir. En la vida hay épocas para leer clásicos, obras profundas,
novelas más comerciales… Hay que leer, eso es todo. A mí me hubiera encantado
que en el colegio con 13 años me hubieran invitado a leer El Hobbit en lugar de
la Celestina, porque realmente me habría motivado. La Celestina, obviamente hay
que conocerla, pero no es la vía para enganchar a un adolescente o joven.
¿Qué opináis de la
escena literaria abulense?
Cristóbal:
Creo que es brillante y numerosa. Hay un importante grupo de poetas (José
Pulido, José María Muñoz Quirós, Ovidio Pérez, Carlos Reviejo, Miguel Velayos…
y me dejo decenas por nombrar) muy dispares entre sí. Tenemos a un decano
novelista, Jiménez Lozano, y una larguísima lista de escritores nuevos, entre
los que nos encontramos nosotros mismos, los cinco abulenses que participamos
en el encuentro, y muchos más que están publicando sus primeras obras, o que
aún no lo han hecho, y de los que no quiero hacer relación por no ser injusto
con los que olvide. Esperemos que puedan protagonizar próximas ediciones de
nuestro encuentro.
Alfredo:
Como escritor novel que soy, a pesar de mis años, mis primeros contactos con la
literatura, y la cultura de forma directa, están siendo éstos. Ahora voy
conociendo que algo se mueve en Ávila desde el punto de vista de la literatura.
Obviamente conozco a grandes escritores abulenses de géneros distintos, pero
nunca tuve relación con este mundo hasta que publiqué mi primer libro
César:
En el ámbito de la novela, creo que la falta de unión hace que exista pero no
se note. He podido leer las obras de la mayoría de los participantes en
el encuentro y no tienen nada que envidiar a los títulos que vemos en las
grandes librerías (obviamente, para gustos los colores). Necesitamos
creer en nosotros y colaborar. No es normal que nuestros títulos estén en la
Casa del Libro o El Corte Inglés y no los encontremos en muchas librerías de
Ávila, o los tengan guardados en el cajón. Nos hemos encontrado muchas puertas
cerradas: por ejemplo, cuando
viene un escritor foráneo, la repercusión es mucho mayor a nivel de la ciudad.
¿Qué caminos está
siguiendo o podría seguir para estar más presente en la agenda cultural de la
ciudad?
Cristóbal:
Tenemos la suerte de contar en las instituciones más cercanas con gente que es
muy activa, que promueven continuamente encuentros culturales y dan todo tipo
de facilidades a quienes tienen una iniciativa. Ahí están, por ejemplo, el
Ayuntamiento, la Fundación Caja de Ávila, o asociaciones culturales, como Ávila
Abierta, a la que pertenezco.
Alfredo:
Eventos como éste abren puertas a los escritores abulenses, y si el
Ayuntamiento sigue colaborando, se pueden hacer varias presentaciones por las
diferentes bibliotecas Municipales, y, por supuesto, movernos en colectivos
como las asociaciones de vecinos para presentar nuestros trabajos.
César:
Actualmente, gracias a la Concejalía de Cultura, asociaciones culturales o a
particulares como Librería Letras, siempre hay algún evento en Ávila y es de
agradecer. Pero creemos que queda mucho camino por recorrer; no podemos
ser conformistas. Nuestro siguiente paso será la creación de una
asociación de novelistas, que nos permitirá seguir alimentando este tipo
de actos.
¿Qué puede ofrecer
esta ciudad que no pueda hacerlo otra?
Cristóbal:
Supongo que Ávila no puede ofrecer nada que no pueda ofrecer otra ciudad, ya
que el patrimonio artístico y monumental no dice nada, si no se le da vida. Lo
que nos diferencia es que Ávila tiene una población muy participativa, que lo
está demostrando continuamente con la asistencia masiva a muchos eventos que se
están programando diariamente, dándose muchas coincidencias de agenda entre
diversos actos culturales, con la sorpresa de que generalmente todos están
llenos.
Alfredo:
Ávila es nuestra ciudad, nuestra patria chica, y eso hace que al ser una ciudad
pequeña se nos conozca aunque sea simplemente de vista. Eso invita a la
curiosidad en muchos casos, y de ahí a que puedan leer tu obra ya queda un
poquito menos. En otras ciudades nuestros nombres dicen poco, excepto quizá el
de César que se mueve mucho y bien por círculos culturales de otras ciudades a
través de su editorial.
César:
El hecho de ser una ciudad pequeña facilita en mucho nuestro camino. Si nos
organizamos un poco, vamos varios pasos por delante que en otros lugares más
grandes. Nos conocemos todos y todo es más accesible. Es más fácil llegar a los medios de comunicación, conocer al
resto de escritores, tratar con el ayuntamiento, promocionarte… Por nuestra
parte no va a quedar.
¿Celebraréis otro
encuentro al año que viene?
Cristóbal:
Esa es la idea, pero habrá que esperar la respuesta de los abulenses y ver si
es algo que les interesa. Por nuestra parte haremos todo lo posible para que
sea un éxito.
Alfredo:
Cómo es lógico dependerá del resultado y de la aceptación que tenga el mismo en
los medios, en los lectores, y en el público en general
César:
Si el público responde, nosotros seguiremos adelante e intentando que cada año
sea más potente.
(Publicado originalmente en Tribuna de Ávila. Edimburgo, abril de 2014)