lunes, 30 de agosto de 2010

eres. soy. somos.


Ángel González, 101 + 19 = 120 poemas.





( Explorar la biblioteca de tu pequeña ciudad y descubrir tesoros ocultos. Escribir poemas en la madrugada. Cometer errores. De cálculo. )



el pensamiento de que tú y yo -

como una bombilla que se enciende y se apaga.


feathers of an arrow.

domingo, 29 de agosto de 2010

dónde terminan las fronteras / de nuestras manos.



Cómo podría aquí cuando la tarde baja
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.

Enciende sobre el aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.

Quién eres tú, quién soy,
dónde terminan, dime, las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o tu materia
no me respiro dentro de tu aliento.

Que tus manos me hagan para siempre,
que las mías te hagan para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios hacer volar
al pajarillo de arcilla para siempre.


(José Ángel Valente, Iluminación.)



Encontrar antologías viejas del primer año de secundaria y descrubir que Valente y Gil de Biezma sí aparecían. Encontrar mi primer libro de poemas (Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda, qué típico). Oler fotos viejas. Hacer las maletas. Seleccionar qué llevarse y qué no. ¿Cuántos libros me llevo? Prepararlo todo para partir (otra vez). Cuántas cosas han cambiado desde el año pasado. Muy pronto, el póster de Audrey Hepburn colgará de nuevo de la pared de mi casa. Y mi mural de fotos. Y mi calendario de Klimt. Y las prints de Monet y Van Gogh. De la pared de mi nuevo hogar. De mi casa para los próximos nueve meses. Muy pronto, muy pronto. Respirarte, respirarme. Media distancia.

Escucho.

poesías de celuloide.

I don't take good pictures 'cause I have the kind of beauty that moves.


(Anni Di Franco)



La belleza ha dejado de ser estática. Y extática. Pregunten a Jean-Sebastien Monzani. El poeta de la imagen en movimiento, el mago de la cámara. La suavidad de una nuca. El roce de una clavícula. Un rayo de luz. Una sombra en el momento preciso. Él conoce el secreto. Ha escuchado la respiración de la ciudad. Él es transparente y enigmático. Él nos vuelve transparentes. Porque sus vídeos son poesía. Poemas sin versos ni palabras. Poemas que no son de papel. Poemas que no se pueden oler, tocar, moder. Pero que dejan una huella en el alma. La mejor forma de perder el tiempo visitando sus vídeos infinitos. El artista autodidacta. Los ojos en la cámara. Que no ve instantes, fragmentos, segundos. Que ve secuencias, momentos, corazones. Continuidad. Como el trayecto en autobús y la chica de la gorra roja. Como el último Metro y el olor a panadería. Como las primeras gotas de lluvia sobre los adoquines. Como los edificios de cristal que se pierden en el cielo. Como las sandalias de madera y las figuritas de origami. Como las memorias que parece que ya no recordamos bien y que tal vez nos hemos inventado. Como la vida. Jean-Sebastien Monzani. Poeta del siglo veintiuno. Descubrimiento casual y afortunado. La soledad que busca abrigo. Pasen y miren. Escuchen. Sientan.

sábado, 28 de agosto de 2010

escucho constelaciones.



Y hacer un Interraíl. Y vivir en una casa-barco. Y en un ático en París. Y un viaje en carretera. Y tantas cosas por hacer, tantos libros por leer, tantos poemas por escribir. Y ser personas-libro, como Julie Christie, o personas-libres, o ambas cosas. ¿Lolita o Anna Karenina? Y las constelaciones que nos separan. Y que Casiopea nos guíe hacia nuestro próximo encuentro.

remember me as a time of a day.

viernes, 27 de agosto de 2010

ignorancia.

He comprendido
con el sabor que el viento dejó en mis labios
la distancia de nuestros
atardeceres.

He comprendido
los cantos rotos
que los cristales susurraron
en mis oídos.

He comprendido
al espejo díscolo
que se niega a
reflejarme.

He comprendido
la soledad de la carne,
el hambre de su orgullo,
la sed insaciable.

He comprendido.
Tantas cosas
inútiles
que ya nadie puede ayudarme
a deshacer.

(Emily Roberts)

jueves, 26 de agosto de 2010

lecturas veraniegas.



y el silencio de los deseos escurriéndose por la mesa, deslizándose lentamente entre las páginas de los libros, royendo mis extremidades de madera.

(Dont judge a book by the size of its wrists.)

miércoles, 25 de agosto de 2010

amores recortables.


(Haarlem, Holanda, julio de 2010)


un viento débil
lleno de rostros doblados
que recorto en forma de objetos que amar


(Alejandra Pizarnik)

las palabras tienen vidas secretas. o eso dice isabel coixet. y no puedo contradecirla después de semejante película. yo escribo palabras. tecleo poniendo la vida en ello. hablamos de las cosas que no importan porque tenemos miedo de hablar de las que sí. miedo de que se hagan materiales, y se acerquen, y nos muerdan. no hay nada importante. la palabra es relativa. pero yo quiero hablar. escribir. gritar. miles de palabras. de dolor humano. débil. sordo. puntiagudo. nuestros rostros al viento. que no seamos como los demás. y por no querer serlo, no somos nada. me dejo morder, masticar, tragar. y no soy nada. dejo de ser nada.

martes, 24 de agosto de 2010

serial killer.



Advertencia: La siguiente historia es ficticia y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.


Apunta y dispara. Pum. Sin avisar. Que no era mi intención hacer daño, yo no quería, lo juro, fue sin querer-queriendo. No he podido evitarlo. Vosotros alimentáis mis entrañas y yo escupo tinta, disparo palabras. Pero vuelvo a repetir que no era mi intención. Que yo sólo quería escribir de la vida. Y la vida que conozco es esto. Sin patrones, ni modelos, ni lírica, ni generación. La vida, al descubierto, puesta en ridículo. Pero da igual, porque no lo entienden. Sólo entienden las palabras, y no lo que yace detrás. Todo es un sinsentido. A decir verdad, prefiero que no entiendan. Que no miren. Que no se interesen. Disparos a ciegas, pum, pum, pum. Que todo es mentira y no tienes pruebas. No puedes demostrarlo. Salgo a correr y vuelvo con la mente llena de ideas empapadas de sudor. Con las venas intoxicadas de oxígeno. Que aprender a conducir no es tan fácil como decías. Y sí, es una metáfora. Y una realidad. Que esto es lo único que sé hacer. Juntar palabras. Hilar historias. Fabricar sueños. Disparar contra mi propio tejado. Pum.

lunes, 23 de agosto de 2010

no hay respuesta.

There is the divided consciousness, the sense of leading a double life, depending on how "normal" the writer appears to be, or tries to appear to be. People have said to me, "You wrote that? You look too normal." You should look different, is the implication, you should have four arms or glow in the dark, so we can tell you from the rest of us at a glance and not be fooled.

(...)

The writer's first affinity is not to a loyalty, a tradition, a morality, a religion, but to life itself, and to its representation in language. Nothing is taboo. The writer will go anywhere, say anything to get it said; in fact, the writer is bent on doing so. The writer is bent.


Jayne Anne Phillips, Why She Writes.

Y espero que nunca la haya.

(Escucho.)

las bicicletas son para el verano.



(Haarlem, Holanda, julio de 2010)


Decimos: paseos con helados que saben al final del verano. A los últimos chapuzones. A los últimos paseos en bicicleta. Que sólo finales de agosto. Que aún queda septiembre y todavía no huele a Madrid, ni a libros nuevos, ni a facultad de filología. Que aún está lejos, demasiado lejos. ¿Entonces? Saben al principio del fin. Apuramos las gotas que resbalan, no queriendo desaprovechar nada. ¿Y nosotros, quedará algo para cuando regrese(mos)? Helado derretido. Como a mí me gusta.

domingo, 22 de agosto de 2010

y ya no regreso.



explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome


Alejandra Pizarnik

Mi cuerpo es de agua y sal. Y como el mar, doy sin esperar recibir.

When you wake what is it that you think of most?

sábado, 21 de agosto de 2010

poesía magnética (ii).



(click)

Agosto.

the melody of a fallen tree.


(Amsterdam, julio de 2010)


Nada como un largo paseo en bicicleta uno de los últimos días de verano.

(If there's room for me, there's room for you)

viernes, 20 de agosto de 2010

truth.

Long ago, I was wounded. I lived
to revenge myself
against my father, not
for what he was--
for what I was: from the beginning of time,
in childhood, I thought
that pain meant
I was not loved.
It meant I loved.


Louise Glück, First Memory.

Atreverse a decir la verdad a uno mismo. Afrontar el dolor. Afrontar el querer. Asomarse al abismo. El pasado rebelde se va desdibujando. Las mentiras sólo son un pobre consuelo. Es como cuando vas corriendo. Duele y quieres parar, pero a la vez no quieres. Sólo un poco más, piensas, hasta llegar a esa señal, hasta que se acabe la canción. El sol está quemando tu piel. Ya no puedes respirar. Pero quieres ser fuerte, y aguantar, porque aunque duela, la sensación es increíble. Venga, sólo una canción más.

jueves, 19 de agosto de 2010

escribir cartas a la luz de las luciérnagas.

If I could catch the green lantern of the firefly
I could see to write you a letter.


(c) Amy Lowell, A Lover.

mientras tanto. coso poemas. empieza a hacer frío. cierro las ventanas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

frágil equilibrio.

Al lento sol que baja hacia la tarde
ceder, abandonarse.

Declinación.
El flujo del vivir
se ha ido deteniendo imperceptible
como el borde del vuelo o la caricia.

Aún dura leve lo que fuera huella
de su tacto tenue.


No sé si salgo o si retorno
¿Adónde?
El fin es el comienzo.

Nadie
me dice adiós. Nadie me espera.


Entrar ahora en el poniente,
ser absorbido en luz
con vocación de sombra.

Y tú, que me has amado, sacrifica
a las divinidades de la noche
lo más puro de mí
que en tu secreto reino sobreviva.


(c) José Ángel Valente, Luces hacia el poniente.

Voy patinando mientras hablamos por teléfono. Voy patinando por Battery Park sin rumbo fijo, inagotable. Sé hacia dónde voy. Sé lo que quiero. Y tú lo sabes. La conversación no termina. Y nunca llega. Sigo patinando sobre ruedas.

martes, 17 de agosto de 2010

papá, mamá.

De papá heredé el amor por la música y las nuevas tecnologías, la curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. La impaciencia y la testarudez. El trabajo duro. Los labios. Querer satisfacerme a mí. Que me guste conducir.

De mamá heredé el amor por las artes y las letras, por la filosofía y el pensamiento científico. Las ganas de viajar. Las manos. No comer carne. La fuerza y el esfuerzo. La introversión. Querer satisfacer a los demás. Que me guste conducir.

¿Y qué es mío? La habilidad y el interés para los idiomas. El interés por la moda. Este pelo indomable. La constancia para terminar las cosas. El desarraigo. El idealismo mágico. Mi inocencia ingenua. Mis ojos insondables.

Mamá, papá:
Hicisteis en una coctelera
una mezcla explosiva.

fiebre del tiovivo.

¿Y si todo se agota? ¿Y si todo se apaga? ¿Y si deja de dar vueltas y crecer sin que parezca tener fin? En un año todo ha cambiado tanto, a un ritmo tan rápido como imperceptible. Antes tenía ganas de vomitar, pero ahora... No quiero bajarme. No quiero dejar de dar vueltas.

(where damage isn't already done.)

lunes, 16 de agosto de 2010

nacer. crecer. morir.

Distingue cada vez menos claramente los límites de su cuerpo, no es como los otros, no está acabado, en la habitación sigue creciendo, aún no ha alcanzado las formas definitivas, se hace a cada instante, no sólo está ahí donde lo ve, también está en otras partes, se extiende más allá de la vista, hacia el juego, la muerte, es flexible, se lanza todo entero al placer como si fuera mayor, en edad, carece de malicia, es de una inteligencia terrible.


(c) Marguerite Duras, El amante.

Mi nuevo libro favorito. La urgencia del deseo, los fantasmas del pasado, la escritura como medio para exorcizarlo.

Cada día es importante. Cada día hay una metamorfosis. No sé si durará hasta el final del verano.

extraños con el mismo rostro.

Somos muy amables entre nosotros,
afirmamos que es agradable encontrarnos después de años.

Nuestros tigres beben leche.
Nuestros halcones van caminando.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan a través de una jaula abierta.

Nuestras serpientes se sacudieron de los relámpagos,
los monos de la inspiración, y los pavos de reales de sus plumas.
Los murciélagos —como antaño— despojáronse de nuestros cabellos.

Silentes a mitad de la frase,
sonriendo sin socorro.
Nuestra gente
no sabe hablar consigo misma.


(c) Wislawa Szymborska, Un encuentro inesperado.

Todos esos encuentros con nuestro pasado que no nos gusta tener. Que evitamos desviando la mirada. Que al final se convierten en inevitables cuando vuelves a una ciudad tan pequeña, en donde cada sitio es un recuerdo, una vivencia, una astilla. Saludas y las palabras no vienen. Están secas en el fondo de tu garganta. Porque no sabes qué decir, ni qué contar, si ya ni siquiera eres la misma. Si los demás también han cambiado, y tú no has estado presente, y la incomodidad rompió ese vínculo de conexión que podía hacer que todo volviera a ser como antes. No hay. Y los que nos queda por sufrir en esta ausencia. Por suerte, no duran mucho. El encuentro se disuelve dejando un regusto amargo, como una pastilla para el resfriado.

domingo, 15 de agosto de 2010

los días que muerden mis manos.

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!


(c) Alejandra Pizarnik, La Enamorada.

sábado, 14 de agosto de 2010

amor perdurable.

Sé perfectamente que todo está ahí. Todo está ahí y nada ha ocurrido aún, lo veo en los ojos, todo está ya en los ojos. Quiero escribir. Ya se lo he dicho a mi madre: lo que quiero hacer es escribir. La primera vez, ninguna respuesta. Y luego ella pregunta: ¿escribir qué? Digo libros, novelas. Dice con dureza: después de las oposiciones de matemáticas, si quieres, escribe, eso no me importa. Está en contra, escribir no tiene mérito, no es un trabajo, es un cuento --más tarde me dirá: una fantasía infantil.


(c) Marguerite Duras, El amante.

La escritura. Lo único que ha sido constante en mi vida desde hace quince años. Lo único que sé que va a estar a mi lado siempre. En lo bueno y en lo malo. Mi tabla, mi remo, mi mar. Mi vida. El amor por la palabra escrita. Yo también dije, con tan sólo cuatro años: Mamá, quiero escribir. Quiero escribir. Y escribo.

2046 o un ensayo sobre el amor.





(c) Wong Kar-Wai, 2046.

Love is all a matter of timing.

Al final, sólo era cuestión de prestar el tiempo. Sin excusas. Sin juegos.

Hermosa y triste película... Un recorrido por los recovecos de las relaciones amorosas, sobre lo que nos influyen las personas y lo que influimos nosotros, aunque no nos demos cuenta. Sobre querer y no poder, y poder y no querer. Sobre el miedo. Muy recomendable. Fantástica fotografía y banda sonora. Ahora, leo a Duras y su L'Amant.

viernes, 13 de agosto de 2010

protocolo de la angustia.

ebulle la angustia en su punto justo. sale humo de mi cabeza. mi estómago dado la vuelta. pájaro en celo que me atormentas. pájaro de la muerte, de párpados mojados y celestes. quiero ser ligera, ligera, ligera, ligera, ligera, como una bolsa de plástico que da vueltas. que no promete nada, que nada espera.

(canciones como tranquilizantes)

perseidas en la noche.



(Van Gogh, Starry Night)



M'illumino
d'immenso


(c) Giuseppe Ungaretti.

Ver estrellas fugaces de madrugada con mamá. Lluvia de estrellas. Lluvia de deseos. Una de las pocas cosas que aún no puede controlar el ser humano. Nosotros, trozos de estrella, trozos de nada, puñados de polvo, aquí, tan pequeños, tan abajo. También formamos parte de ese universo, de ese infinito. El cielo violeta. El cielo violeta se cae. El cielo se cae. Yo caigo. Caemos. Dejamos una estela dorada que nunca vuelve, que se disuelve en la noche fría de la madrugada.

Junta los dedos, pide un deseo. ¿Puedo pedir un deseo? ¿Cuándo mucho es suficiente? ¿Cuánto tanto es demasiado? ¿Tenemos derecho a uno más? Sólo busco... la inmensidad. El momento. Deseo. Instante. Poema. Escrito en las estrellas.

Canciones infinitas.

jueves, 12 de agosto de 2010

vuelvo a tener vértigo.

BUSCAR


No es un verbo, sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.


(c) Alejandra Pizarnik.

irse. volver. hogar.

Nacer en algún lugar. Vivir allí. Tener algún nombre. Estar rodeada por unas personas.

Elegir un lugar donde vivir. Escoger un nombre. Decidir a tus personas.

Sentir cuando una casa es un hogar. Cuando una ciudad es un hogar. Cuando ese sitio te llama para quedarte... y tú no puedes resistirte.

Las chicas tristes con suerte vuelven a Madrid... (pronto).

miércoles, 11 de agosto de 2010

change.





(Amsterdam, julio de 2010)

lunes, 9 de agosto de 2010

souvenirs.









Cuando vamos de viaje, siempre nos gusta traer algún recuerdo. No el típico souvenir hortera que se llena de polvo en la estantería, no. Mamá colecciona cuadros. Yo colecciono postales. Ambas coleccionamos imanes para la nevera (que se va llenando poco a poco). También nos llevamos siempre un libro -a poder ser, de poesía- de algún escritor del lugar que hayamos visitado.

Hace poco, mi abuela encontró un sobre con las postales que compró cuando estuvo en San Francisco con mi abuelo, hará más de treinta años. Decidió dármelas a mí, porque yo soy la viajera de la familia, la escritora, la de los idiomas, me dijo. La que ha cruzado el charco, además de ella.

Ojalá que cuando sea una mujer rota de manos nudosas, tenga las piernas cansadas de lo mucho que caminé. Ojalá que tenga una caja llena de postales de todos los sitios adonde haya viajado y se la pueda regalar a alguien. Y los ojos llenos de recuerdos. Y los pies llenos de barro.

Ojalá que no tenga que arrepentirme de lo que no hice.

domingo, 8 de agosto de 2010

colección de euforias.

Pero apoyada contra la ventanilla del tren, borracha de la esperanza que rezuma siempre lo que no ha empezado, recuerdo mis regresos anteriores. Conserva esa visión, me digo, apretando la frente contra los cristales: los rostros son amables: la gente es reservada; los pájaros se juntan en bandadas para emigrar, presagio de un cambio fatal; (...)

Recuerda que aunque la embriagadez inicial desaparece, sin embargo esas cosas, en ese momento, te conmovieron hasta hacerte llorar, y convirtieron una simple mirada por la ventanilla del vagón restaurante en una plenitud insoportable.


(c) Elizabeth Smart, En Gran Central Station me senté y lloré.

Recuerda, recuerda, tal vez sea la solución para no volverse cínicos, para no perder la inocencia. Volver atrás la mirada un momento, y recordar a nuestro corazón. Esos pequeños instantes irrepetibles donde, por unos segundos, te sientes llena y parece que nada malo puede sucederte. Aunque luego tropieces, aunque luego caigas. No perder la esperanza. No dejar de creer.

revelaciones.

Sentado al lado de una mujer joven, que tan bella parecía a la luz del amanecer, con el ánimo sereno, anonadado por la visión de ese fastuoso panorama -el mar, las montañas, las nubes, el anchuroso cielo-, Gúrov reflexionaba que en realidad, si se para uno a pensarlo, todo es bello en este mundo, salvo lo que nosotros mismos discurrimos y hacemos cuando olvidamos los fines supremos de la existencia y nuestra dignidad humana.


(c) Antón Chéjov, La dama del perrito.

A veces pienso que el mundo por sí mismo es simple y bello. Somos nosotros los que lo hacemos complicado y retorcido.

sábado, 7 de agosto de 2010

y qué queda después.

ya comprendo la verdad

estalla en mis deseos

y en mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad

ahora
a buscar la vida


(c) Alejandra Pizarnik, Solamente.

Que la vida es muy corta. Y, al final, lo que nos llevamos (vayamos a otro sitio o no después de esto) no es el dinero, ni las cosas que tuvimos. Nos llevamos las experiencias vividas, los libros que leímos y nos marcaron, las personas que conocimos, en las que confiamos, a las que nos atrevimos a abrir nuestro corazón. Las cosas que hicimos por los demás. Las cosas que hicieron por nosotros. Un abrazo, una sonrisa. Los viajes y las cosas que vimos. Lo que pasó por nosotros y dejó una marca.

Yo todavía no comprendo la verdad. No sé ni la mitad de la mitad de la vida. No espero saberlo pronto. Hay tiempo. Y quizás no haya verdad. No haya opiniones, ni bien, ni males absolutos. Quizás sólo haya... vida. Y yo voy a buscarla.

viernes, 6 de agosto de 2010

soy ridícula. somos ridículos. somos esdrújulos.

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas.

Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).


(c) Fernando Pessoa, bajo el seudónimo de Álvaro de Campos.

A veces, podemos llegar a ser ridículos. Pero los verdaderamente ridículos son aquellos que nunca jamás amaron. Porque hay algunos sentimientos que, al expresarse -al sentirse-, no pueden ser sino ridículos en su ridiculez mayúscula, en el absurdo de la vida, en su insoportable levedad. Prefiero ser ridícula.

los poemas también se suicidan.

sólo la sed
el silencio
ningún encuentro

cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra


(c) Alejandra Pizarnik.

Mis miedos, el mundo, el silencio, la cuerda floja.

Pizarnik, maestra.

jueves, 5 de agosto de 2010

there are no windows, so I can't see what is in there.



Sometimes I feel like I'm not... solid. I'm hollow. There's nothing behind my eyes. I'm a negative of a person. It's as if I never -- I never thought anything. I never wrote anything. I never felt anything.


(c) Sylvia (2003).

He visto la película sobre la vida de Sylvia Plath, Sylvia, y he terminado de leer Ada o el ardor de Nabovok. Ambos me han gustado mucho, pero me han hecho reflexionar, también, con un deje de nostalgia, en lo complicadas que son las relaciones entre personas, en que, en cierto modo, somos demasiado egoístas, y nunca llegaremos a comprendernos totalmente, y a veces sólo hay negrura, y otras vislumbramos (o creemos que vislumbramos) a través de una rendija una parte de otro ser. ¿Es así? ¿Somos verdaderamente inalcanzables?

La escritura -la poesía- nos acerca (creía yo), pero, por otra parte, nos aleja (y si no, que les pregunten a Ted y Sylvia). Es como si nos sumergiéramos hasta el fondo y buceáramos, pero el agua estuviese muy turbia y sólo pudiésemos atisbarlo levemente.

Todos somos diferentes. Todos tenemos maneras distintas de comprender y observar el mundo. Todos somos, más o menos, satélites que dan vueltas sin parar, buscando no estar solos. (Sylvia, Van, Pizarnik.)

No estoy segura de que podamos evitarlo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

a buscar la vida.





Porque aunque haya sido fugaz (casi más que el AVE), ha valido la pena. Pasar unos días en un confín del mundo, con una gran amiga. Playa, y sol, y mar... Noche de cócteles. Terrazas. Secretos. Confidencias. Apoyos. Risas. Sueños. Esperanzas. Arena debajo de las uñas.

Espero que podamos repetirlo pronto. Gracias (por todo). ♥

ahora sólo la adversidad.

has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos

has terminado sola
lo que nadie comenzó


(c) Alejandra Pizarnik.

Sólo yo y mis manos para escribir. Sólo yo y mis piernas para correr. Aún cuando creyeron que no lo lograría. Aún cuando no lo creí yo. Qué tal, qué haces, hace mucho que no te veo.

Eso es porque nunca me habéis visto.