A veces, me entran ganas de correr. Cuando corro me olvido de todo y a la vez puedo pensar con más claridad.
Antes huía, de muchas cosas, pero probablemente y en especial de mí misma, de la parte que no me gustaba aceptar. Me perseguían. Me quedaba sin respiración.
Ahora sé que voy en la dirección correcta: no en la mejor según los demás, ni la más adecuada tampoco, sino la que yo elijo, quiero, decido.
Puede que tropiece y caiga, y que en la caída me haga daño. Puede que las zapatillas de correr no sean lo suficientemente rápidas cuando el dolor me alcance. Sé que no serán suficientes para salvarme.
Entonces me levantaré, buscaré alguna mano que quiera caminar a mi lado mientras me recupero, ataré mis zapatillas más fuerte y seguiré corriendo.
No se trata de no cometer errores, sino de aprender de ellos. De no tener miedo y hacerte más fuerte, más valiente, y enfrentarte a la vida, aceptando todas las consecuencias. De dejarse cambiar por los acontecimientos. Mantenerse inmóvil como una estatua pétrea no es vivir.
Ya nada puede detenerme.
Es verdad que a veces mientras se corre puedes tropezar con una piedra que no habías visto, o habías confundido con un pequeño guijarro. Entonces te levantarás y tratarás de reponerte.
ResponderEliminarSin embargo, no es bueno ver un enorme piedra e ir corriendo hacia ella, sabiendo que la caída te va a doler.
La vida es un sendero lleno de piedras. Cuando nos topamos con ellas, podemos rodearlas y evitar el reto que nos plantean, o podemos arriesgarnos. Así es cómo aprenderemos y sentiremos cosas, y podremos ver cuán equivocados o ciertos estábamos con respecto a lo que pensábamos antes de que la piedra sucediera.
ResponderEliminarSentir cosas. Vivir. Aunque dé mucho miedo. Aunque duela. Aunque nos pueda hacer felices.
A veces la piedra es muy afilada y los animalitos del bosque nos avisan.
ResponderEliminar(Este comentario ya ha degenerado XD).
Como siempre, mi animalita del bosque xDDDD.
ResponderEliminarhttp://zuleyma-de-candelario.blogs.mujerdeelite.com/gallery/509802/Image1.jpg
ResponderEliminary sí, existe el riesgo de caer. y puede qe intuyas lo qe eso dolera, pero creeme qe la realidad es mil veces peor. Pero no, no te detengas, no vengo a eso. Qe bien dice mi amigo, hay qe aprender en zapatos propios, tener nuestras heridas vale la pena cuando aprendemos de ellas.
ResponderEliminarsi vuelas, aqí estare.
si caes, aqí estare.
Se feliz :)
Gracias, Iveth, qué precioso <33333.
ResponderEliminarEstremecedoramente bello...?
ResponderEliminarNo se me ocurre qué más podría añadir.
Me gustaría encontrar la posibilidad de compartir un fragmento del silencio que me ha dejado, con el ánimo de no dañar e intoxicar, pero lo más probable es que mi propio silencio irrumpiese con escándalo en el suyo, como una perversa fiebre.
Al menos podemos decir que compartimos un lenguaje común, de lo que me congratulo.
Un beso